Nuestros partners, fuertes como nuestro café
Por Starbucks México / Historias Starbucks
A nivel mundial atravesamos un escenario sin precedentes. La magnitud de las repercusiones del coronavirus aún está por verse, pero en el día a día, la crisis se ha revelado como una oportunidad para demostrar la solidaridad y resiliencia de las personas. Todo depende de la actitud, la cual para nuestros partners es sinónimo de fuerza, empatía y amor. Por eso, siempre buscan formas para impactar positivamente en las comunidades a las que sirven todos los días, lo que resuena profundamente con la misión de la compañía por inspirar y nutrir el espíritu humano, una persona, una taza y una comunidad a la vez.
Es así como, siguiendo su vocación como agentes de cambio, nuestros partners han enfocado su ayuda en las personas que se encuentran en las primeras líneas de defensa en estos momentos. Desde cada región del país, se organizaron y salieron a las calles para demostrar una vez más que las acciones, por más pequeñas que sean, pueden dejar huella en las personas...
Más que café
Así lo comprobó Pablo Mendoza, uno de los partners que desde hace 12 años forma parte de la familia de Starbucks. Al ser responsable de 8 tiendas en el estado de Guerrero, tiene muy claro que su labor no solo incide en la vida de su equipo, sino en la de sus familias y los clientes que a diario visitan su Tercer Espacio.
Pablo está acostumbrado a recibir a cientos de personas en sus tiendas, pero el panorama actual ha transformado el escenario. No se escuchan las charlas entre amigos, las teclas de la gente trabajando ni las tazas sobre las mesas, y ese silencio tiene un dejo de melancolía. Con ese sentimiento en el estómago, Pablo pensó que era momento de generar otra vez esas sonrisas en las personas que están marcando una diferencia.
Junto con sus partners, sirvió café y empacó alimentos para llevarlos a diferentes hospitales de la región. “Gracias, no había comido en todo el día”, le dijo una doctora. Era el final de la jornada. Pablo supo en ese momento que no estaba solo repartiendo productos, sino que estaba compartiendo un símbolo de ánimo, esperanza y compañía.
Calidez para el corazón
Adriana Tanús y Misael Cuevas, además de compartir doce años en Starbucks, están unidos por los mismos valores. Desde su primer día comprobaron gratamente que ellos junto con su equipo son el elemento principal de Starbucks. Día con día, gracias a la relación y el cariño que cultivaron con partners y clientes, ambos comenzaron a sentirse parte de una gran familia y a considerar cada tienda como un reconfortante refugio.
Lo más importante de este Tercer Espacio no es tangible ni está limitado a muros y cristales. Es por eso por lo que Adriana y Misael decidieron trasladar a hospitales ese sentimiento de confort que siempre les brindan a los clientes en la tienda. Se armaron con café y cruzaron las puertas esperando que la calidez de cada sorbo llegara al corazón de los médicos y de las personas que conforman los equipos en los centros de salud.
Un granito de arena
Desde que Mildred Núñez era niña, su mamá le inculcó la importancia de ayudar a todo aquel que lo necesite. “La impresión que dejas en el corazón de una persona, también la dejas en tu propio corazón”, resuena en su mente hasta hoy. Para ella, el mundo es una inmensa cadena de favores. Hace diez años, cuando Mildred se unió a la familia de Starbucks, supo que había llegado al lugar indicado, pues todos sus partners compartían esa idea de apoyo mutuo.
Mildred está al frente de 12 tiendas en Cancún, un destino paradisíaco donde todo se ha pausado. Muchos viajeros nacionales y extranjeros quedaron varados en el aeropuerto de Cancún en su camino de vuelta a casa. Al imaginar la desesperación de aquellos que llevaban días en espera de un vuelo, Mildred no puedo evitar sentir impotencia, tristeza y unas ganas inmensas de ayudar. Junto con su equipo, empacó comida y café en bolsas y vasos con mensajes de aliento: “Estamos contigo”, “Saldremos adelante”, “Ánimo”. Ella y sus partners entregaron los productos en el Aeropuerto Internacional de Cancún, así como a doctores en hospitales y policías en las calles, aportando su granito de arena con la esperanza de demostrar que ninguna situación, por más desafiante que sea, superará la solidaridad de la gente.
Pequeños en edad, grandes en corazón
Jaime Ruelas llegó a Starbucks hace 16 años y ninguno de sus días ha sido igual a otro. En una ocasión, junto con sus partners, visitó la Asociación de Niños con Cáncer, donde conoció a unos pequeños guerreros que, a pesar de vivir una situación indeciblemente complicada, sonreían y demostraban agradecimiento puro a cada persona que los visitaba. El contexto de la pandemia reavivó este pensamiento en él y encendió sus ganas de ayudar.
El deseo de Jaime de ayudar a las comunidades a las que sirve todos los días late en las 12 tiendas que forman parte de su distrito. Los partners de la tienda Galerías Celaya, liderada por el gerente Pedro Moreno, junto con otras más entregaron alimentos y café a miembros de La Cruz Roja Mexicana de Celaya en Guanajuato como muestra de agradecimiento por todo el esfuerzo que hacen. En esos momentos, Jaime encontró fortaleza al recordar a los valientes guerreritos que le enseñaron una importante lección: cada día que vivimos puede ser el último, por eso hay que vivirlos con una sonrisa y gratitud.
Con miras al futuro
Monserrath Zea y sus partners de la región en el norte del país han visitado centros de salud en Monterrey, Tampico, Ciudad Victoria, Satillo y Torreón. Ella y su equipo desean transmitir mensajes de fuerza y ánimo a la gente. Sabe que eventualmente la crisis pasará: “No estamos solos en esto, todos juntos afrontamos esta prueba y saldremos adelante”, nos recuerda Monserrath con una sonrisa en la cara, el espíritu encendido y determinación.
Todos ellos son un ejemplo de los más de 8 mil partners que conforman la familia de Starbucks en México y a quienes les decimos ¡gracias! Gracias por hacer todo lo posible, por su fortaleza, por contagiarnos de amor.
A lo largo de la historia, incontables desafíos han puesto a prueba nuestra resiliencia y solidaridad como sociedad. Sabemos que juntos, todos, saldremos de esto más fuertes que nunca, fuertes como nuestro espíritu, como nuestro corazón y nuestras familias.