De las mujeres santandereanas para el mundo

Por Historias Starbucks
En Colombia, los sabores y aromas de una taza de café conectan a quien lo toma con sus orígenes, con su hogar, con el rico terreno en donde se cultivó el grano y, especialmente, con una de las más reconocidas tradiciones de las familias campesinas: madrugar y beber unos sorbos como parte del ritual para iniciar la jornada. Esta costumbre ha viajado en el tiempo hasta llegar a las ciudades y, ahora, empezar la mañana con una taza de café augura un buen día en cualquier lugar del país.
Para fortalecer la larga y cercana relación que Starbucks tiene con el país, la compañía se adentró en el corazón de las montañas andinas, en las laderas de la Cordillera Oriental, donde el terreno es accidentado y los ríos que serpentean en profundos valles son parte del fértil paisaje. En esta región, muchas de las fincas cultivan café bajo una extensa sombra a altitudes que van de 1.100 a 1.600 metros sobre el nivel del mar. Aquí es donde se cultivan los granos que dan vida a Starbucks® Colombia Santander, un café de sabor robusto, con dulces notas a manzana, cuerpo completo y tostado medio.
Desde hace casi 50 años, cuando Starbucks abrió su primera tienda en Seattle, los granos de café colombiano han formado parte del recorrido de la compañía por el mundo. A medida que la marca ha ido creciendo, el compromiso con Colombia se ha estrechado, compartiendo café colombiano con millones de clientes alrededor del mundo.
Sin embargo, este café es distinto a otros por una razón muy particular: el café Starbucks® Colombia Santander es cultivado 100% por mujeres de la región en un país en donde solo 3 de cada 10 caficultores son mujeres (Fuente: Federación Nacional de Cafeteros de Colombia).
En Santander, el cultivo del café es una rica herencia que se transmite de generación en generación, con las mujeres desempeñando un papel vital en el proceso. Apasionada y pionera, la mujer santandereana no solo participa en esta tradición cafetera, sino que es la protagonista debido a que combina su sentido de comunidad con su amor por la independencia. Ese espíritu se infunde en esta variedad de café arábica, que es el fruto del duro trabajo, pasión y compromiso de alrededor de 70 mujeres productoras de la zona.
“Las mujeres nos caracterizamos por ser amorosas, pero a la vez somos perseverantes y disciplinadas. Tenemos la pasión y además la fortaleza de acercarnos y transformar a los demás”, comenta Vicky Martínez, Coffee Master y gerente de Operaciones de Distrito, una venezolana que hace nueve años se enamoró del café mientras trabajaba como barista en una tienda de Starbucks y quien más tarde formó parte del equipo pionero cuando la marca llegó a Colombia.

“Starbucks® Colombia Santander es motivo de orgullo y nos invita a celebrar el infinito potencial que tiene un grano de café cultivado por la mano de mujeres caficultoras”, asegura Vicky. “La dedicación sumada a las ganas de salir adelante y progresar para ofrecer mejores oportunidades a sus familias hace que las mujeres vean en el café un territorio fértil para cultivar sus sueños con gratitud y orgullo”.
Colombia Santander evoca el aroma artesanal del café proveniente de fincas colombianas e inspira a recordar lo básico y esencial de la vida. “Este lanzamiento llegó para tocar nuestras emociones y recordarnos que en Colombia hay mujeres sumamente trabajadoras que, con su trabajo en el campo, impulsan el legado de todo un país”, finalizó Vicky.
Este café de origen único, disponible en 13 países en Latinoamérica y el Caribe, es una manera más en la que Starbucks celebra la riqueza de las comunidades con las que colabora e invita a más personas a revivir en cada sorbo el orgullo de las caficultoras por el café que cosechan, para dejarse transportar hasta los rincones más deslumbrantes de Colombia, donde continúa floreciendo este gran legado que comparten con el mundo. Ahora, empezar la mañana con una taza de café augurará un buen día en muchos otros sitios del continente.
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