En Latinoamérica las gracias se acompañan con una buena taza de café
Aun en los tiempos más difíciles, las señales de esperanza están más cerca de lo que creemos. Frente al aislamiento social o la incertidumbre, hemos visto surgir un sentimiento de profunda empatía que nos fortalece como comunidad.
Durante la contingencia, los y las partners (empleados) de Starbucks han hecho todo lo posible por transmitir optimismo y solidaridad frente a los desafíos que ha traído la crisis de COVID-19. En Latinoamérica, por supuesto, sobraron las ganas de contribuir a través de acciones grandes y pequeñas, con la firme convicción de ayudar y de mostrar una profunda gratitud hacia las personas que están en primera línea y a quienes, tomando todas las precauciones posibles, han contribuido a mantener activas a las comunidades en estos momentos difíciles.
“Cuando me di cuenta de todo lo que estaba pasando me puse a pensar en cómo podíamos cooperar de manera positiva y aprender de la situación”, dijo Simone Castro, gerente de operaciones en Río de Janeiro, Brasil. Mientras que la ciudad caía en un hondo letargo debido a la contingencia, ella y sus colegas se propusieron buscar alguna manera de ayudar. Acatando las medidas adecuadas, protegidos con cubrebocas y guantes, se organizaron para recolectar café, leche y alimentos de 21 tiendas Starbucks para donarlos a ONG, asilos y comunidades que necesitaban apoyo.
En México, las palabras de aliento demostraron que un pequeño gesto puede ir muy, muy lejos. A lo largo y ancho del país, y por iniciativa propia, los partners unieron fuerzas para preparar cientos de paquetes de café y comida para el personal sanitario en centros de salud. Envueltos en mensajes que decían “¡Ánimo!”, “Estamos contigo” y “Saldremos adelante”, los paquetes demostraron ser un símbolo de esperanza y compañía.
“No estamos solos en esto. Todos juntos afrontamos esta prueba y saldremos adelante”, afirmó Monserrath Zea, partner de Starbucks Monterrey, profundamente inspirada tras visitar centros de salud en el norte del país y ver a los héroes sin capa hacer todo lo posible y más para hacer frente a la situación. Además, con el fin de seguir apoyando al personal médico de formas innovadoras, se instaló una estación de la unidad móvil de café Starbucks en el Hospital Siglo XXI de la Ciudad de México como muestra de agradecimiento al personal de salud.
En otra latitud, Starbucks El Salvador realizó diversas acciones para apoyar a las comunidades desde que iniciaron las medidas de contención del virus. Recientemente, los partners en El Salvador arroparon a la comunidad El Cariño en Guazapa con buenos deseos acompañados de pan y una deliciosa taza de café. “Siempre altas las buenas vibras” y “Todo va a mejorar” fueron algunos de los mensajes de esperanza que les brindaron un dulce momento de aliento a las personas durante estos tiempos difíciles.
Desde Argentina hasta Panamá, de Puerto Rico a Uruguay, los chispazos de optimismo han surgido en cada rincón de Latinoamérica donde Starbucks tiene presencia, mientras los equipos de partners se han sumado a la causa para apoyar al personal médico en su agotadora labor. Con sonrisas y a veces lágrimas, intercambiaron palabras de afecto, mostrando que la solidaridad tiene muchas formas y que la distancia física no es impedimento para mantenernos unidos.
“Lo positivo no solo se debería hacer en tiempos difíciles; es algo que debemos hacer siempre. Qué lindo saber que puedo hacerlo a través de mi trabajo”, dijo Carla Rodríguez, partner de El Salvador. Ella, al igual que todos los partners de nuestro gran equipo, está convencida de que todo granito de arena cuenta cuando se trata de ayudar.
Hacer algo para otros es motivo de felicidad y en Starbucks lo sabemos, es parte de lo que nos une y nos mantiene fuertes, sin importar las circunstancias. La crisis provocada por la pandemia nos demostró que la fortaleza se comparte en el más mínimo de los gestos, a través de mensajes positivos, detalles dulces y del abrazo fraterno que es una buena taza de café.
Hoy y siempre estaremos agradecidos con los profesionales de la salud, así como con los agricultores, los maestros y nuestros propios partners, quienes han seguido adelante pese a las circunstancias. ¡Gracias por nunca abandonar la esperanza!